Exceso de pantallas: un problema que no para de crecer

Actividades donde las pantallas no nos juegan a favor.

🛏 Antes de ir a dormir: la luz que emiten las pantallas de nuestros dispositivos influye en los ritmos del sueño y desconcierta al organismo, ya que el cerebro piensa que no debe dormirse y no segrega melatonina, una hormona que sirve para conciliar el sueño. Como resultado, nos dormimos más tarde, por menos tiempo y peor (insomnio tecnológico).

📚 Cuando tenés que estudiar: hace tiempo se viene investigando la asociación negativa entre las actividades basadas en la pantalla y el rendimiento académico. Las pantallas afectan nuestra atención y concentración y nos distraen de las cosas que tenemos que hacer.

🍎 A la hora de comer: usar el teléfono o cualquier dispositivo a la hora de comer nos expone al riesgo de comer de más y de peor calidad. Al estar distraídos mirando la pantalla, tendemos a comer más rápido y dejamos de estar atentos a las señales de saciedad de nuestro cuerpo.

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